¿Cómo será la recuperación del sector inmobiliario tras el COVID19?
En Altter compartimos nuestra visión sobre el futuro del sector
Hace unas semanas nos hacíamos eco de las previsiones que, desde diferentes ámbitos, se hacen sobre cuál será el futuro del sector inmobiliario una vez superemos la emergencia sanitaria.
En Altter Real Estate coincidimos en que, sin duda, el sector se resentirá en cierta medida, debido a la más que probable recesión económica. Pero de lo que estamos convencidos es que este ‘bache’ distará mucho de la crisis que afectó al sector inmobiliario hace doce años. Los efectos serán mucho más leves y se extenderán de forma más breve en el tiempo.
¿Por qué? En Altter consideramos que hace una década, todos los actores implicados en el sector inmobiliario tomaron nota de algunas lecciones, y tanto poderes públicos como agentes privados establecieron unas reglas del juego que impedirán a todos cometer los mismos errores.
Por un lado, los promotores inmobiliarios, ante cualquier proyecto que planean emprender, lo hacen de manera más solvente, con más recursos propios y un menor nivel de endeudamiento. Por otro lado, el sector financiero se ha asegurado una mayor liquidez para este tipo de operaciones, tanto a la hora de financiar las promociones como a la hora de financiar a los compradores. En este sentido, además, desde los poderes públicos se prevén inyecciones de liquidez dirigidas a reactivar la economía, e incluso, tipos de interés al 0%.
Y ante este previsible escenario, ¿qué ocurrirá con la demanda de vivienda? Es indudable que ante el panorama de incertidumbre sobre la recuperación de la economía y, sobre todo, sobre la evolución del empleo, quienes estaban planteándose a comienzos de año adquirir una vivienda, quizá aplacen la decisión hasta confirmar cierta estabilidad tanto en el plano laboral como financiero. En Altter consideramos que, efectivamente, la compra de una vivienda debe ser una decisión analizada y meditada. Para el ciudadano medio es, posiblemente, la mayor deuda que contraemos a lo largo de nuestra vida, y es una decisión que debemos no tomar a la ligera.
No obstante, tampoco debemos dejarnos atenazar por ese, llamémosle, ‘miedo’. El motivo es que, por todo lo expuesto con anterioridad, las condiciones de compra de una vivienda para un particular -que, insistimos, prevea una situación de estabilidad de sus finanzas personales- mejorarán a la hora de solicitar financiación, con más garantías de que la operación será viable tanto para el comprador como para quien la financia.
En obra nueva, además, según la zona y las características de la vivienda, es probable que el precio experimente pocos ajustes. La presión demandante tras el COVID-19 aumentará para aquellos proyectos ubicados en buenas zonas en la periferia de las grandes urbes, como son los ejemplos de nuestros Residenciales Rubí y 979Moralhomes en la A-6, o dentro de las grandes ciudades en zonas muy emblemáticas y con espacios exteriores en el inmueble.
Asimismo, para quien justo antes de la llegada del coronavirus se había embarcado en la compra de una vivienda, también puede considerar que la operación realizada es buena, dado que también podrá beneficiarse de la mejora de las condiciones de financiación que seguramente ofrezcan los bancos.
Además, en ambos casos, dado el mayor nivel de solvencia de los promotores, los compradores pueden gozar de la tranquilidad de que, como señalan los principales agentes del sector, se hará todo lo posible para que las obras puedan concluirse en tiempo y en forma.
¿Y qué ocurrirá con la vivienda de segunda mano? En este caso, con bastante probabilidad, el precio puede presentar una mayor elasticidad como resultado del ajuste de la oferta y la demanda hasta alcanzar el punto de equilibrio. La variación del precio dependerá sobre todo de la antigüedad de la vivienda, de su estado de conservación, así como de su ubicación. Por ello, más que nunca, será fundamental contar con buenos profesionales que permitan acercar posiciones y atender las necesidades tanto del vendedor, como del comprador.
En Altter consideramos que, muchas personas son conscientes de todas estas cuestiones, pues aunque desde que se decretara el estado de alarma el cierre de operaciones ha descendido, lo que sí observamos es un destacado incremento del interés por la adquisición de vivienda, con un aumento de consultas en este sentido y con incremento de leads en el ecosistema digital de las inmobiliarias.
Otro perfil de demandante que está presionando y lo hará todavía con más fuerza sobre el mercado, es el del inversor, muy consciente de la oportunidad que plantea este contexto y que consideran que invertir ‘en ladrillo’ justo en este momento supondrá invertir en un valor seguro.
Con todo ello, desde Altter nos mostramos optimistas de cara al futuro del sector y confiamos en que su reactivación lleve a una ágil recuperación de un sector con una destacada contribución a la economía.